El contacto con aguas frías contribuye a mejorar nuestra salud y estado de ánimo, En un mundo estresado, plagado de tecnología y celeridad, tener contacto con la naturaleza nos proporciona un estado de calma preciso, La natación en invierno no sólo es buena para la mente, también lo es para el cuerpo: la circulación sanguínea, el corazón, los pulmones y la piel, así como el sistema inmunológico y nuestro metabolismo, se benefician de ella,