La mirada de este joven escritor sobre su realidad es tan cierta como lo son las lágrimas y la esperanza de sus convocados.Santiago Solans resume aquí la vida y la muerte, el amor y el fracaso del tiempo que le toca vivir. Ofrece sus expectativas y su desazón frente a la brutal consigna del destino y es tan fidedigno que duelen como propias las cuestiones que trata, tal la envergadura de su pluma y a la vez su sencillez.No se florea por la lengua para sacar partido intelectual de tales o cuales realidades o invenciones, solo cuenta como un testigo impiadoso aquello que nos interesa a todos, repite en crudas imágenes las vicisitudes de los hombres y mujeres que resucita, bucea casi periodísticamente en hechos que alguna vez nos rozaron desde las tapas de los diarios y otras que debieron estar allí.Desde sus escritos, estos testimonios alcanzan la dimensión mágica de la literatura y, también, su terrible credibilidad.Víctor Heredia'