En la vida se puede querer a alguien para siempre sin la necesidad de estar al lado de esa persona. El amor y la libertad van de la mano, simplemente es...querer la felicidad en los ojos de alguien sin esperar nada a cambio. Al principio duele, es un proceso de asimilación largo, pero cuando te das cuenta verdaderamente de lo fuerte, de lo puro, de lo lleno que te puedes llegar a sentir al dar todo lo bonito que tienes dentro hasta no quedarte nada. Encuentras el verdadero sentido de la vida: sales del desequilibrio, encuentras la felicidad, la luz, la vida eterna.