A través de Graciela: cubana, mulata, profesional y santera transcurre toda la trama de esta novela que se regodea con la descripción de los Orishas o Santos del Panteón Yoruba y con sus rituales y ceremonias más importantes. Surgen personajes como Alejandro y Tomás que enriquecen la obra y otros como Rafael (el amor de Graciela) y Carmen (brillante y posesiva) que sustentan y propician el desenlace de la misma. También se hace una valoración de temas como la emigración y el deterioro económico, político y social de la Cuba de Castro.