En una sala donde los enfermos son separados por una cortinas traslucidas, cortinas que apenas alcanzan para diferenciar las tragedias personales, la madre del protagonista yace en una cama, conectada a un balón de oxigeno, alimentada por vía intravenosa. El joven narrador, a su vez intenta distraerla con sus historias de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile.
"Un cierre en el momento necesario en esta oscuridad en que está nuestro protagonista después de la repentina y agónica partida de su madre, de la persona que siempre ha estado con él; desde que comenzó esta historia, en "Allegados". Entre su ya presente vampiro Mihai y este dolor que vive después de la muerte de su madre, el protagonista se ve en una espiral de duelo y resentimiento, mediante su paso por la educación superior, como de ciertos acontecimientos durante su período universitario, algunos fantasmas del pasado y las señales que deja su leal vampiro en sus particulares mensajes. Un sobrio final enhorabuena que concluye esta odisea que sufrieron su protagonista junto a su madre."