Entre muchas otras razones, este libro pasará a la historia de las letras porque en sus páginas nace un nuevo género literario: el suspenso erótico, concentrado en las vicisitudes de un tímido adolescente que comparte por un tiempo la oficina de una mujer muy atractiva cuyas prendas íntimas se asoman, de manera inquietante, por debajo de la falda. Con telanto incombustible y explotando vetas escondidas de su memoria, el autor recrea para los lectores un episodio inédito que suscitara en dios intriga, pasión, angustia, lascivia, tensión, deleite, morbo, excitación y expectativa.