nadie más no hay nadie más: y ésta es una historia de pocas palabras. Recordando el final de Frenzy, me desabrocho los pantalones ante la espera. Llega el desayuno, puntual y desconcertante. Inoportuno durante mi cólico. “TODO ES HORRENDAMENTE FRUGAL.” El rostro despechado de los árboles cercanos imitándonos los aspavientos ...