Desde hace algún tiempo, la idea de vivir y trabajar en otro país ha ido creciendo progresivamente en un gran número de profesionales. Algo que sucede cada vez con mayor frecuencia, particularmente, con los profesionales del diseño, la creatividad y la comunicación. ¿Cuáles son las razones de esta emigración voluntaria? Múltiples y de muy variado matiz: desde la búsqueda de condiciones económicas más satisfactorias, pasando por el interés por desarrollarse profesionalmente en un contexto diferente, o por el afán de incorporar otros tipos de conocimientos y metodologías, hasta -simplemente- llevar adelante una experiencia inversiva en nuevas culturas, mercados y sociedades. Esta decisión asumida por un gran número de profesionales, es también un marco de referencia para hacernos una serie de preguntas que nos pueden ayudar a entender mejor esta realidad y cómo el diseño se adapta / transforma / cambia de acuerdo a cada circunstancia. ¿Es realmente el diseño una disciplina universal? ¿Se entiende igual el diseño, la ilustración, la creatividad, la publicidad, en cualquier sitio? ¿Cuáles son los desafíos profesionales a los que se enfrenta un diseñador expatriado? Para responder a todos estos interrogantes, hemos convocado para este numero de nuestra revista a muchos colegas de distintas partes del mundo que han decidido continuar el camino de su propia vida en una tierra diferente de la que los vió nacer.