Si Colombia se conmoviera con algún suceso, este libro debería producir escándalo. En Gardeazábal: confesión de parte, el novelista dice, con la precisión que exige un interrogatorio, las cosas ciertas que nunca conocen los colombianos, por vivir entre la hojarasca cochambrosa de las noticias de reinas de los medios de comunicación y la chismería de las parroquia. Las sociedades hipócritas necesitan de hombres de verbo seco como él. La entrevista es un género periodístico que permite a los hombres agudos e inteligentes explicar mucho en pocas palabras. Además, con la delectación de la buena narrativa. Confesión de parte retrata al escritor, pero también al polemista incómodo en el que se ha convertido Gustavo Alvarez Gardeazábal. "Una lengua de zurriago", como decían los abuelos. (Tomado de la fuente).