“Hay gente que no quiere que tengamos cosas bonitas.” El Dr. Ben Arnell está convencido de que será el psicoanalista que triunfe donde los demás han fracasado: va a curarle la locura al Joker. Se cree capaz de erigir un mundo infranqueable entre él y el seductor vacío que se encuentra tras los ojos del villano. Y está completamente seguro de que, por mucho que sufra en el trabajo, podrá mantener a su familia a salvo de la oscuridad. El Dr. Ben Arnell se equivoca de pleno.