Tras un velo de indiferencia, esmascarada por una apariencia de objetividad científica, la economía ha ido construyendo una teoría con la que es posible justificar, ocultar y permitir un sin fin de desigualdades sociales, explotaciones miserables y atentados a la vida de los seres humanos. Las cosas de las que se ocupa la e conomía académica más rigurosa nacen muertas desde el mismo momento en que son creados