El interés por contribuir en el avance de la Educación Física, que hasta no hace mucho tiempo caminaba con lentitud y dificultad, combatiendo el prejuicio de que la educación corporal se realiza en detrimento de la del intelecto, ha animado al autor a investigar las concepciones que en el siglo XVIII mantuvo una emblemática figura, vigente en la actualidad por méritos propios: Jean Jacques Rousseau.