Lector apacible y bucólico, hombre de bien, cándido y fino, tira ya este libro saturnino, que es orgiástico y melancólico. Si no te hiciste buen retórico con el astuto deán Satanás, ¡tíralo! pues nada entenderás, o creerás que soy histérico. Mas si tu ojo, sin dejarse hechizar, sabe hundirse en abismos ingentes, léeme y me aprenderás a amar; y a ti, alma curiosa y sufriente, que buscas el paraíso, digo ¡apiádate de mí... o te maldigo!