Desde aquella frase de Marcia que dice RIDE, SE SAPIS, "ríe, se sabio", hasta llegar a nuestros días, ese fenómeno vocálico y saludable que es la risa no ha dejado de intrigar a médicos, filósofos e investigadores. Sabemos que al reír se dilata todo nuestro sistema vascular arterial, que nuestros ojos se adelantan y se activa la glándula lacrimógena, la cual, a su vez, produce un brillo estelar en las pupilas. Marsilio Ficino escribió, en pleno Renacimiento italiano, que "si la luz es la risa del cielo, la risa es el sol del alma". Pero también sabemos que la risa es una explosión de aire viciado y una súbita ganancia de aie fresco, aunque desconocemos exactamente por qué y para qué vive en el rincón más secreto de neustro ser. Compleja y fascinante, la risa tiene sus grados, matices y aspectos reveladores que vale la pena explorar.