Comprende los bautizos celebrados entre 1696 a 1735, con algunos posteriores, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Concepción del Realejo de Abajo, en la Isla de Tenerife, incluyendo el nombre de los progenitores. Lo cual tiene importancia tanto para el origen poblacional en las islas sino por la enorme emigración llevada a cabo por estas familias en la América despoblada, zona del Caribe, Uruguay y demás países americanos.