Al principio de Los errantes, la narradora esboza un autorretrato que es también una poética: «A todas luces yo carecía de ese gen que hace que en cuanto se detiene uno en un lugar por un tiempo más o menos largo, enseguida eche raíces. ( ) Mi energía es generada por el movimiento: el vaivén de los autobuses, el traqueteo de los trenes, el rugido de los motores de avión, el balanceo de los ferrys.» Inquieta como ella, esta novela no se detiene ni un momento: en bus, avión, tren y ferry, la acompaña a saltos de país en país, de tiempo en tiempo, de historia en historia.
"Excelente libro "
Victoria Parra Lunes 15 de Marzo, 2021"Llegó rápido y en buenas condiciones"
Ana Caldera Viernes 14 de Mayo, 2021"Interesante, pero con una narrativa algo difícil de seguir"
Catalina Alvarez Lunes 03 de Enero, 2022"Muy buen libro, entretenido y hace honor a un premio Nobel "