Düsseldorf, 1853. El joven artista Lars Hertervig, alumno de Hans Gude en la Academia de Arte está encerrado en su habitación, paralizado por la ansiedad que le provocan las clases de arte y el amor irracional que siente hacia Helene Winckelmann, la hija de su casera. La fijación de Lars por Helene, marcada por alucinaciones y furiosos delirios sexuales, obliga a la familia de la joven a expulsarlo de la habitación donde se hospeda. Sin ningún lugar adonde ir, Hertervig deambula entre un café donde soporta las burlas de sus compañeros de de la academia y el apartamento de los Winckelmann en el que intenta desesperadamente ser admitido de nuevo: una especie de limbo que lo lleva a un inexorable estado de locura.