Desde la perspectiva del escritor en la reciente cuarentena, Umbral vuelve la mirada hacia las décadas de 1940 y 1950 para conjurar la memoria de una generación de niños, la suya, nacidos en zona nacional. La contienda civil impuso a los candorosos días de infancia una cotidianidad marcada por el estraperlo y las cartillas de racionamiento.