Mario Vásquez Posada es un inmenso poeta. Y lo digo en presente, porque los verdaderos artistas lo siguen siendo por la perdurabilidad de su legado. Entre su voluminosa y prolífica producción de varios cientos de poemas, se encuentran muchos sonetos ejemplares, de impecable factura. A veces Mario descoyunta sus versos como para hacer concesiones a la moda, pero se advierte la constancia de los alejandrinos, endecasílabos y seguidillas de quien tiene el oído acostumbrado a las cadencias de la versificación tradicional. Esos, sus versos de profunda significación me llevan a pensar que Mario tuvo como emblema el sabio consejo del español: Poesía es pensar alto, sentir hondo y hablar claro.