Desde pequeña sintió una fuerte vocación religiosa, por lo que oraba y ayunaba con mucha frecuencia. A los diez años se trasladó con su familia al pueblo de Quives (camino a Canta). Aquí recibió el sacramento de la confirmación de Santo Toribio de Mogrovejo. En Quives fue testigo del sufrimientos de los indígenas en las minas y obrajes que administraba su padre. ¿Deseas conocer más de Santa Rosa de Lima? Este libro en formato de historieta para los menores, les ayudará a conocer más de nuestra Patrona de América y Filipinas. APRENDE, COLOREA , ORA!