Es verano, hace mucho calor y Luna Valente acaba de terminar su año escolar. Las vacaciones llegaron y todo promete que serán increíbles: llenas de tardes interminables y caminos nuevos para patinar todos los días. Pero eso no es todo, también se le presentarán nuevos retos, nuevos amigos y ¡muchas nuevas sensaciones! pero sobre todo cambios inesperados... porque la vida de Luna es una aventura a punto de comenzar. ... Y ASI EMPIEZA EL PRIMER CAPITULO... "Respirar hondo. Sacar el aire poco a poco. Abrir los brazos hasta sentir que el viento corre entre cada uno de los dedos de mis manos. Escuchar el golpeteo del agua en la orilla. Siento y me imagino cada detalle mientras empiezo a sonreír con los ojos cerrados. Me provoca una sonrisa ancha, enorme. Me encanta llenarme los pulmones de este aire tibio. Adoro escuchar el sonido de las olas y sentir la arena bajo los pies. Siento que mi corazón no puede más, y va a explotar de tanta felicidad. Sé que no puedo estar en un lugar mejor. La gente me mira cuando llego y cierro los ojos, abro los brazos al máximo y trato de abrazar todo el viento que llega. Lo hago porque me encanta notar cómo roza mi cara y me alborota el pelo. La sensación es como un sueño. Un sueño que es sólo mío porque no lo comparto con nadie. Sólo lo sé yo. Así que, cuando abro los ojos y a veces me doy cuenta de que alguien me mira, sonrío aún más, porque este momento es sólo para mí. ¡Voy a patinar otro rato! Sí, quiero patinar otro ratito más antes de regresar a casa. Nunca sé cuánto tiempo he estado patinando; sólo sé que el sol se empieza a esconder lentamente, y entonces es cuando me doy cuenta de que debo volver a casa. Y en el fondo, me gusta regresar porque mis padres me esperan. ¡Mmm! Además, seguro que mamá ha cocinado alguno de mis platos (...)"