Reseña del libro "Corona de tal"
Estaba en frente de dos puertas, acababa de subir corriendo por las escaleras, 22 o 23 escalones, oí que se abrí a el portal de abajo y un ruido muy alto me corroí a mis oí dos, mis tí mpanos. ¿ Qué hora era? ¿ Cuá nto tiempo llevaba corriendo? Me dolí a todo el cuerpo, desde los tobillos hasta mis sesos, tal vez de golpes recibidos al correr. Me seguí an, de eso estaba seguro, oí dos voces, uno decí a para abajo, para las escaleras que daban a un só tano, esa las habí a ya visto yo, y otro decí a para arriba, dijeron nos separamos, yo estaba en frente de las dos puertas, una al lado de otra, podí a seguir subiendo al piso siguiente pero estaba abatido, oí un disparo y entré en la puerta de la derecha. Estaba abierta, tal vez la otra no lo estaba, tal vez sí , cerré con cerradura, con dos cerraduras que estaban en la puerta. Oí que golpeaban la puerta y despué s oí las voces de antes, era una puerta maciza y se oí a apenas lo que decí an pero me pareció que se fueron. Al mirar hacia el apartamento en el que estaba me cegó una luz de sol potente, bajé la cabeza, me apoyé en la puerta y por unos minutos no pude ni ver.Pero quié n era yo, no sabí a quié n era yo, ni de qué ni de quié n huí a, no me acordaba de nada, pero sí me acoraba de una frase de Bertrand Russell, y claro de su nombre, en la que dice que no tenemos ninguna forma de probar que el mundo no se ha creado hace cinco minutos con una memoria de miles de añ os, me acuerdo muy bien que dijo en la frase cinco minutos, podí a ser una hora, un par de horas, unas horas, pero no, Russell, de eso estoy seguro, dijo cinco minutos,O sea que me acordaba de Russell, hasta me acordaba de que nunca en realidad leí má s de un par de pá ginas suyas seguidas, que nunca me interesó demasiado, como toda la filosofí a, por lo menos la escrita, pero no me acordaba de mi nombre. No me acordaba de mi pasado, no sabí a si estaba casado o soltero, qué edad tení a, bueno, tengo, porque el tiempo aquí no tiene sentido, la gramá tica se deshace cada momento, así que aquí estoy yo en frente de este sol que me ciega, y lo ú nico que tal vez existe es el sol, O no, Puede ...