Reseña del libro "No es un río (Mapa de las lenguas)"
Ubicada
en la Argentina rural, No es un río indaga en la crueldad y la violencia del universo
masculino a través de los pactos y las alianzas secretas entre hombres. Enero
y el Negro llevan de pesca a Tilo, hijo adolescente de Eusebio, el amigo
muerto. Mientras beben y cocinan y hablan y bailan, lidian con los fantasmas
del pasado y con los del presente, que se confunden en el ánimo alterado por
el vino y el sopor. Una red mezcla realidad y sueño, hechos y conjeturas,
isleños, agua, noche, fuego, peces, bichos. Humana, pero a la vez animal y
vegetal, esta novela fluye como un cauce, una larga conversación o el afecto
entre seres que se quieren: madres, hijos, hermanos, amantes, ahijados. Con
No es un río, Selva Almada completa su trilogía de varones, inaugurada con El
viento que arrasay seguida inmediatamente por Ladrilleros. En esta novela
magistral vuelven a brillar sus formas del decir y su extraordinaria
sensibilidad para lograr que los personajes expresen en el hacer lo que
habita en lo profundo de sus almas, en lo lejos de sus propias vidas.