Reseña del libro "Cuando la Lluvia no Moje Nuestros Cuerpos"
Los buenos poemas, igual que las buenas canciones, ponen palabras a lo que sentimos cuando nos reconocemos. Somos iguales y en la intimidad de otros nos vemos a nosotros mismos. Pero hay que estar muy atentos. No es facil captarlo. Es un juego de espejos. El poeta se mira, y nos enseña lo que ve, y nosotros lo miramos y, si hay suerte, nos vemos. Lo importante es el principio y el ?nal. Si el poeta no se ve al mirarse, nosotros tampoco nos veremos al mirarlo. Ramon Martinez sabe mirarse y por eso podemos vernos. Conoce este juego y lo domina. No es un juego trivial, le va la vida en ello. No es un juego nuevo, pero nos gusta jugarlo. Y, ademas, le da otra vuelta de tuerca. En su mecanismo de espejos las canciones-poema que lo inspiraron traen nuevos poemas-canciones que invitan al lector a quedarse con el en instantes que quizas no habiamos visto, o no queriamos, o no sabiamos ver. El autor viaja por sus noches de insomnio, teme mas a sus dudas que a casi nada, se hunde en la carne de los cuerpos enredados, se cuestiona el tiempo y pasea por el ?lo de lo que le duele. Y en tiempos de urgencias y de super?cie es de agradecer que Ramon decida mirarse de frente, lejos de la prisa, por donde anda el silencio, como el nos dice. Ahi es donde mejor resuenan las buenas canciones y, sobre todo, los buenos poemas en los que al verlo, nos vemos. JUAN ALBERTO MARTINEZ, CANTANTE DE ?NIÑOS MUTANTES?