Reseña del libro "El Estado Inconsciente"
René Lourau, quien se autodefinía "apartidario" y "antiinstitucionalista", de por sí opciones teóricas y políticas anómalas, escribió una historia de acontecimientos de existencia efímera y trágica que quisieron fundar un mundo sin Estado, contra el Estado o en un afuera del Estado. Sea la experiencia del ala radicalizada de la Iglesia durante la época de la Reforma, el soviet de Kronstadt, o la inédita posibilidad, casi milagrosa, abierta por las colectivizaciones durante la Guerra Civil española, en esos casos, y en otros que han sido minimizados o soslayados por la historia, se puso a prueba, activa y ofensivamente, la capacidad del Estado para recuperar fuerzas sociales que autogestionaban su propio destino. ¿Qué hacer con esta herencia? Por lo pronto, la separación entre teoría y práctica es sometida a crítica por Lourau, quien se negó a resolverla por medio de las dos alternativas más habituales de la década de 1960, que se correspondían con las figuras del "intelectual comprometido" y el "intelectual orgánico", porque la adhesión a una causa o a un partido obstaculiza el análisis de los lazos institucionales que transforman a las proclamas y declaraciones en un sistema de ideas que disculpa o promueve a las nuevas opresiones. No se cuestiona solamente la división social del trabajo, también el estatuto del papel histórico cumplido por los intelectuales en la época moderna.